A la hora de poner en marcha un negocio es fundamental que todo emprendedor considere uno de los factores más relevantes que gira en torno al ámbito empresarial. Se trata de la ubicación geográfica. Y es que el lugar dónde se quiere constituir la compañía es clave para ofrecer con éxito los productos y servicios, pues a la larga, esta decisión puede favorecer o perjudicar a la empresa.
¿Grandes o pequeñas urbes?
Teniendo en cuenta el negocio qué se va a ofrecer, las características que este va a poseer, el sector al que pertenece y al público al que se va a dirigir, el emprendedor debe analizar las ventajas de instalarse tanto en las grandes como en las pequeñas urbes. Respecto a las primeras, suelen contar con un mayor número de infraestructuras, además de que existen más posibilidades para completar la cartera de clientes potenciales. En cuanto a las pequeñas ciudades, la competencia suele ser menor, y también se suele producir un mayor ahorro de costes.
¿En qué zona?
Tras decidir entre una grande o pequeña urbe, el siguiente paso es pensar en qué zona o barrio ubicar la empresa. Por tanto, se debe analizar unas variables, entre las cuales, cabe destacar la estrategia llevada a cabo por los competidores más cercanos a nuestro negocio, ya que gracias a esto, se puede diseñar una serie de acciones con el objetivo de diferenciarse de dichos competidores.
Optar por la localización
Hoy en día, la mayoría de las empresas se encuentra envuelta entre las nuevas tecnologías. En este sentido, un fuerte aliado para los emprendedores es la localización de sus negocios. La finalidad es ofrecer al cliente la opción de encontrar el establecimiento más próximo mediante su dispositivo móvil.
Un consumidor hace referencia a la persona o entidad que adquieren el mercado bienes o servicios. En los términos del artículo 3 de la ley General para defensa de consumidores y usuarios, son consumidores las personas físicas que actúan en el mercado con un propósito diferente al de su profesión u oficio; o bien, aquel de su actividad empresarial o comercial.
Y las entidades sin personalidad o las personas jurídicas cuando actúen sin ánimo de lucro y en un ámbito distinto al de su actividad empresarial o comercial.
¿Cuál es la diferencia entre consumidor y cliente?
De lo anterior resultan como semejanzas entre cliente y consumidor, que en ambos casos se actúa en el mercado para la adquisición de bienes o servicios. Y puede constatarse en qué se diferencian cliente y consumidor.
Dichas definiciones van más allá de los conceptos definidos por la Real Academia Española, para contemplarlos desde el punto de vista del marketing en la empresa.
La primera distinción que puede hacerse, ni siquiera tiene que tener en cuenta las respectivas definiciones, sino que se basa en el hecho de que no siempre quien adquiere un producto es quien lo consume. Es el caso del ama de casa respeto de los alimentos que consume la familia, de los padres respecto de los productos destinados a los niños, etc.
La segunda distinción, resulta patente de las propias definiciones anteriormente realizadas, un cliente es alguien que establece una relación regular o duradera con un producto o marca. Mientras que cuando la relación establecida es meramente puntual se habla de consumidor. Es decir, la relación entre una marca y un consumidor tiene carácter anónimo, incluso en el supuesto de que este último sea un fan de la primera.
Por el contrario, el cliente es conocido para una marca. Puesto que su relación es regular, no sólo el cliente conoce los datos, establecimientos, tipos de productos, la marca, sino que está a su vez conoce al cliente, su domicilio, preferencias de tiendas o productos y volumen de compras o pedidos.
Esto supone que, desde un punto de vista comercial, el cliente no solamente es la persona que adquiere productos o servicios con independencia de que los consuma o no, sino que se que trata de alguien fiel a la marca. Sin embargo, el consumidor, adquiere, en su caso, para cubrir una necesidad, pero no tiene una verdadera relación de fidelidad hacia la marca.
La importancia de conocer a los Clientes
Para profundizar en la distinción baste recordar que es más fácil que un cliente habitual vuelva a adquirir productos de nuestra marca a que los adquiera por primera vez una persona diferente. De ahí que conocer a los clientes sea el primer paso para incrementar las ventas , con el mínimo esfuerzo.
El cliente disfruta tanto del proceso de compra como del consumo o uso del producto o servicio. El consumidor, sin embargo, decide adquirir lo que necesita. Pero, como regla general, no lo disfruta. Por ello, el objetivo de cualquier empresa es convertir a sus consumidores en clientes.
En definitiva, la diferencia entre cliente y consumidor radica en que el primero busca la marca. Es fiel a la misma porque se identifica con ella. El consumidor, sin embargo, compra de forma esporádica, sin ser fiel a la marca o a la empresa. Por ello, entre los consumidores predomina el factor económico a la hora de adquirir un producto, aunque pueden existir también otros componentes, como la proximidad geográfica o la hora a la que se realiza, entre otros.
Tipos de clientes
1. Los Apóstoles. Son los incondicionales de la empresa. Manifiestan muy elevados niveles de encanto y de compromiso futuro. Se convierten en “embajadores de buena voluntad”, porque dentro de sus respectivos círculos de referencia suelen ejercer un pronunciado liderazgo de opinión a favor de nuestros productos.
2. Los Clientes Leales. Manifiestan un patrón de conducta similar a los Apóstoles, pero con un nivel de intensidad menor.
3. Los Clientes Terroristas. Se caracterizan por sus muy bajos niveles de compromiso futuro. Frecuentemente han tenido una o varias malas experiencias con el producto o servicio y una gran parte de ellos difunde su “mala voz” con un comparativamente elevado nivel de efectividad.
4. Los Clientes Potencialmente Desertores. Manifiestan un patrón de conducta similar a los Terroristas, aunque con una menor intensidad.
5. Los Clientes Indiferentes. Este segmento agrupa a aquellos consumidores que tienen una actitud neutra hacia el producto. En cierta forma, su actitud es del tipo “no está bien ni mal sino todo lo contrario”.
6. Los Clientes Rehenes. Son aquellos que, a pesar de no estar contentos con la empresa, permanecen con la marca. Esta situación se puede dar, por ejemplo, en mercados semi-monopólicos en donde no perciben alternativas viables, o en categorías donde estos clientes ven como excesivamente costosa la migración a otras alternativas.
7. Los Mercenarios. Se caracterizan por niveles de “encanto” comparativamente elevados, pero con muy bajas intenciones de compromiso hacia el producto. Éstos suelen darse claramente en categorías tipo commodity, donde el precio del bien dicta las condiciones de permanencia del cliente.
Tipos de consumidores -Los Switchers: tienen pocas marcas favoritas y brincan entre éstas según estén o no en promoción. -Los Negociadores: cambian regularmente dentro de un abanico más amplio de marcas aceptables para ellos. -Los Sensibles al Precio: sistemáticamente compran la marca del menor precio, sin importar cuál sea ésta.
Cómo identificar los problemas en las empresas y, mejor aún, cómo Solucionarlos
Los problemas se pueden detectar...
De forma directa, mediante señales en el entorno.
A través de variaciones en el comportamiento histórico de la empresa (Necesario el uso de medibles o indicadores)
Anticipándonos a las tendencias o al futuro de los indicadores
Un obstáculo típico al que se enfrentan las empresas que comienzan a tratar problemas estratégicos es la sobrecarga de problemas.
Los problemas que anteriormente habían pasado desapercibidos o se habían tratado por encima aumentan de tal modo que la empresa no dispone ni de los recursos ni del tiempo necesario para responder a todos ellos.
Problemas importantes cuya resolución no puede demorarse. Problemas importantes y urgentes. Se suelen asignar a equipos de proyectos especiales (Llegando en algunos casos a la contratación de un asesor externo) Esta es la categoría prioritaria y requiere atención y recursos especiales.
Problemas cuyo impacto es considerable pero no son urgentes. Se suelen resolver dentro del ciclo anual de la empresa.
Problemas urgentes pero no importantes. Evitar dedicar la mayor cantidad de recursos disponibles, suelen distraer de lo que realmente es importante.
Problemas no urgentes y no importantes. Normalmente hay que abandonar el seguimiento de este tipo de problemas cuyas repercusiones son mínimas.
La resolución del problema consiste en analizar detenidamente el acontecimiento y su posible impacto, desarrollar la estrategia de respuesta y ejecutar o llevar a cabo las tareas programadas.
Cómo puede responder la empresa ante los diferentes tipos de problemas:
Una respuesta reactiva.Se responde a los problemas después de haber experimentado su impacto.
Una respuesta pro activa. Se anticipan los problemas futuros, pero sólo aquellos cuyo impacto sobre la empresa se puede determinar con precisión.
Solo se puede considerar que el problema ha sido definitivamente resuelto cuando ha desaparecido la amenaza o se ha aprovechado la oportunidad que se presentaba.
Como veis una forma sencilla de identificar los problemas que realmente son importantes y que tienen un gran impacto en el resultado de la empresa.
Los bienes y servicios son el resultado del proceso productivo por los agentes económicos que satisfacen las necesidades y deseos de las personas. En otras palabras, los bienes y servicios son mercancías, objetos y actividades que satisfacen necesidades de las personas Los bienes: Son de carácter físico ya sea un objeto o mercancía. Los servicios: Son intangibles y se definen como la actividad proporcionada por un prestador de servicios. Las características de bienes son las siguientes
Los Materiales : son los bienes que se pueden tocar son tangibles, eso hace posible su transformación, un ejemplo de esto son el oro y la plata.
Gran utilidad: Son capaces de satisfacer una gran cantidad de deseos humanos.
Escasez:Los bienes son escasos debido a que es posible que no se encuentren en abundancia, es por esto que casi siempre tienen un valor no relacionado, un buen ejemplo es la leche, es un bien escaso porque es un producto limitado.
Transferibles: Los bienes pueden ser transferidos entre individuos mediante la compra venta.
Las características de los servicios
Intangibilidad:Es la principal característica de los servicios, se basa en que no pueden ser probados, no se pueden oler o tocar sin hacer la compra del mismo.
Variabilidad:Los servicios siempre son diferentes uno del otro nunca existen 2 servicios iguales, el motivo de esto es que la entrega del servicio es realizada por una persona o un personal en lugares y momentos distintos, al cambiar alguno de estos aspectos ya el servicio no es el mismo.
inseparabilidad: Los servicios prestados no se separan del que está recibiendo el servicio, el proceso es simultáneo